En medio de las fiestas
patrias cuando muchos cuestionamos nuestra identidad como nación ante los discursos
racistas de candidatos a la Casa Blanca, muere uno de los grandes arquitectos
de la segunda mitad del Siglo XX y principios del XXI, Teodoro González de León.
Su arquitectura nacionalista de tema constante y tal vez recurrente en
numerosas combinaciones a base del concreto desnudo martillado, texturas frías
que les da calidez con sus formas. Uno
no puede permanecer frio ante obras monumentales como el MUAC Museo de Arte Contemporáneo
en Ciudad Universitaria o el Auditorio Nacional o el Infonavit.
Creador de la
arquitectura que ayuda a definir la modernidad de la Ciudad de México la obra
de González de León está por todas partes. De los Centros comerciales y
edificios corporativos de Santa Fe, las torres de oficinas “Arcos” en Bosques
de la Lomas. Edificios que se integran al paisaje de manera excepcional como el Museo Rufino Tamayo, o la ampliación y
modernización del Auditorio Nacional, ambas obras realizadas en conjunto con
otro de los grandes arquitectos mexicanos Abraham Zabludovsky. Edificios gubernamentales como el del
Infonavit, la Secretaría de Relaciones Exteriores con sus ventanas voladas en
Avenida Juárez, el diseño del proyecto del edificios del nuevo Senado en Paseo
de la Reforma o el Palacio Judicial En San Lázaro.
Edificios como el del Fondo de Cultura que
combina el manejo de grandes espacios, plataformas cornisas y cerros
artificiales. Contrastes de edificios como
el conjunto habitacional para trabajadores de Lomas de Plateros a las torres
invertidas de Reforma 222, conjunto moderno que integra lo mismo vivienda de
lujo con oficinas y comercios. González de León diseñó grandes entradas a
enormes patios en edificios de la cultura como el del Colegio de México al sur
de la ciudad, renovó el Cine Bella Época en la Condesa, hoy librería y centro
cultural del Fondo de Cultura. Los edificios del Conservatorio de Música en el
Centro Nacional de las Artes en la Ciudad de México.
La obra del arquitecto
Teodoro González de León no sólo está en la Ciudad de México, construyó la
Embajada de México en Brasilia, un ejemplo que se integra muy bien al diseño de
la capital burocrática de Brasil diseñada por otro grande el arquitecto Oscar
Niemeyer. Diseñó la sala de exposiciones de arte precolombino en el famoso Museo
Británico en Londres.
Discípulo del afamado
Le Corbusier, Teodoro González de León enriqueció la máxima del arquitecto
francés de buscar el propósito de la arquitectura es emocionarnos y lo logró
con todas sus obras.
Descanse en paz
También diseñó la Embajada de México en Berlín, obra que sigue llamando la atención.
ResponderEliminarEva Usi, Berlin, Alemania
Que iteresante todo lo que diseñó el Arquitecto González de León. No ha muerto mientras su obra viva.
ResponderEliminar@Aldu_Maria