Los más corruptos del mundo

Esta semana en Londres, líderes de unos 40 países, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, se reúnen para tratar el tema del combate contra la corrupción, un mal que se propaga por doquier. Este fenómeno lo  mismo se da en países desarrollados como el Reino Unido, Francia o los Estados Unidos, que en Nigeria, Afganistán y México. Ricos y pobres nadie se salva. 

Se acaban de liberar 11.5 millones de documentos de los papeles de Panamá,  un escándalo internacional que ha revelado que muchos poderosos empresarios, políticos, artistas, deportistas y delincuentes, sacan sus fortunas y las depositan en paraísos fiscales para evadir el fisco, esconderlas y lavarlas.  En la lista el propio David Cameron, el Primer Ministro del Reino Unido anfitrión de la cumbre, se vio salpicado por el escándalo cuando se descubrió que había tenido acciones en un fondo de inversiones creado por su padre en las Bahamas por su padre ya fallecido.

Cameron fue ventaneado por una cámara en una plática informal con la  Reina Isabel, y el Arzobispo de Canterbury. Un micrófono abierto llevó las indiscreciones de Cameron a la audiencia del Canal TV3,  dijo que “a la cumbre asistirán países como Nigeria y Afganistán, tal vez los dos países más corruptos del mundo”.   Cameron ventaneado

La cumbre anticorrupción no pretende ser vinculante, sino simplemente denunciante del tamaño del problema. Se sabe que el comunicado final se suavizó luego de que algunos países se opusieron a un párrafo que afirmaba que “no habrá impunidad para los corruptos”. 

Le platico esto porque me llamó la atención la declaración hoy de Rafael Pacchiano, el secretario del Medio Ambiente en la conferencia conjunta con el director de Pemex y el secretario de energía para hablar del tema de la contaminación, las gasolinas que no vienen de China y la corrupción. Dijo Pacchiano que 1,7 millones de vehículos obtuvieron de “forma indebido” y mediante “corrupción” el holograma “Cero” y “Doble Cero”. 

Lo que es una declaración muy fuerte en la que se culpa a 1,7 millones de dueños de vehículos que con tal de pasar la verificación, dieron una mordida para aprobarla y los mecánicos y técnicos corruptos que los aprobaron. 

Lo nuevo es a partir de julio se endurecen las medidas para verificar un auto y circularán los autos que contaminen menos, todo un reto. Para lograrlo  habrá una nueva norma más estricta, se cambiará la tecnología, se le darán facultades a la Procuraduría del Medio Ambiente para controlar los procesos. El reto es lograrlo y retirar el manto protector sobre los verificentros.  No se sabe quiénes son los grupos concesionarios que los operan, cómo los obtuvieron y cuánto recaudan, a donde se destina, cómo se reparte. Es increíble que 1,7 millones de automovilistas hayan pagado el “brinco”, algo que nos debería avergonzar y dejarnos en la cola de la lista de los países más corruptos del mundo.   

Nuevamente las autoridades le pasan la carga al eslabón más débil, a los automovilistas. Nada se dijo de las verificaciones a camiones de carga, autobuses, camiones de basura, las fábricas, los autos con placas del estado de México, agilizar de verdad el tránsito, revisar el reglamento de tránsito.