Felipe Calderón dijo no hace mucho en redes sociales, que él podía salir a la calle y caminar con la frente en alto. Por supuesto que le llovieron las críticas el expresidente carga a cuestas una estrategia fallida en la guerra contra el  narcotráfico, con un saldo de 80 mil cadáveres en su sexenio. Calderón puede caminar en las calles gracias a la escolta del Estado Mayor Presidencial que le cuida a él y a sus cercanos. Cuando el expresidente quiere pasar como uno más asistiendo a eventos públicos no falta grupo que le agreda a gritos, a pesar de su fuerte aparato de seguridad, que por cierto pagamos todos con nuestros impuestos.

El declarar la guerra contra el narcotráfico como lo hizo Felipe Calderón comprobó que el ejercicio de la violencia por parte del Estado ocasionó más violencia sin haber implementado una estrategia paralela apoyada en el análisis y la inteligencia. El Ejército Mexicano y luego la Marina no estaban preparados para hacer el trabajo que no podían hacer las policías: Se multiplicaron los abusos a los derechos humanos con el saldo que ya todos conocemos.
El sexenio del Presidente Enrique Peña siguió con una estrategia similar a la le su antecesor, enfrentar a los narcotraficantes con la fuerza del Estado.
Hoy parece que el enfoque toma en cuenta una forma más integral, más inteligente como la legalización de la marihuana para usos medicinales y recreativos.  

El Presidente Enrique Peña Nieto cargó los dados y en su momento aseguró que en lo personal no apoyaba una legalización de la marihuana pero que estaba abierto a un debate con expertos. En noviembre del 2015 se abrió este debate nacional en el Senado que ya en febrero emitió sus conclusiones. 

En su discurso este martes 19 de abril, en la Asamblea General sobre el Problema de las Drogas, en Naciones Unidas, el presidente arrancó aplausoa a los asistentes al aceptar que en México  al uso de la marihuana para usos medicinales y científicos.  El cambio de enfoque es no ir tras los consumidores y meterlos a la cárcel.  En un claro reconocimiento de que la guerra contra los carteles de la droga no ha funcionado, dijo que no se ha logrado inhibir el consumo, el narcotráfico es una de las actividades más lucrativas del crimen organizado. Ha generado muerte y violencia en los países productores, dijo el presidente. 

Habló de un mayor consumo en varios países donde ocurre la venta final y propuso modificar el paradigma prohibicionista con un enfoque sancionador. Subrayó que es necesario ubicar a las personas, sus derechos y dignidad no a las sustancias ni a los procesos judiciales en el centro de los esfuerzos lo que fue muy aplaudido. 

Por último el presidente Enrique Peña pidió un mejor acceso y disponibilidad de las substancias controladas para fines médicos y científicos, evitando al mismo tiempo su desviación, uso indebido y tráfico. Esta propuesta dijo se deriva del debate nacional que se convocó en México.

En Resumidas Cuentas, el presidente Enrique Peña dijo ante Naciones Unidas En Nueva York,  que era voz de lo acordado en los debates para cambiar la legislación en México y legalizar el uso de la mariguana para fines médicos y científicos.

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