Escuchando las palabras del papa Francisco, no puede uno mantenerse al margen de la profundidad de su mensaje, la forma de entregar sus ideas citando a Martin Luther King a Abraham Lincoln, como una manera de decir a los estadounidenses en el propio corazón de sus poderes políticos, a católicos y no católicos, a críticos y afines, lo mucho que desde ese poderosos edificio del Capitolio, pueden hacer para  luchar contra la pobreza, acoger a los inmigrantes, a los refugiados, enfrentar el cambio climático, terminar con guerras, contra conflictos, contra el  odio.  



El papa les habló como hijo de inmigrantes, les recordó que muchos de ellos también lo son, en esta tierra de libertades, todos los hombres son creados iguales, según la declaración de las padres de la Independencia estadounidense, pero no pueden ser esclavos de la economía y de las finanzas y los conminó a construir juntos el bien común, resignar a intereses particulares para poder compartir sus bienes, sus intereses, con justicia y paz. 

Ante los poderes


Les recordó lo cercanos que estamos a los prisioneros de la trampa de la pobreza y pidió ofrecerles esperanza. Dijo el papa que no es necesario repetir, pero lo hizo, que parte de este trabajo de enfrentar a la pobreza está construido por la creación y distribución de la riqueza. El papa Francisco se refirió a la actividad empresarial, que es una noble vocación orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo y llamó la atención a su Encíclica Laudato Sí, centrada en el cambio climático, el daño que le hacemos al planeta con nuestras actividades industriales,  el desafío ambiental que vivimos. 

Milllones siguieron el mensaje


Tema importante de su mensaje fue la familia amenazada desde el interior y el exterior, en una clara alusión al aborto, al divorcio. El papa tuvo un mensaje para los jóvenes, dijo que muchos tienen un futuro lleno de posibilidades, otros parecen desorientados y sin sentido, prisioneros en un laberinto de violencia, de abuso, y desesperación.

Mueve conciencias


El papa no dejó a nadie inmutable, la fuerza de su mensaje, su autoridad moral y su ejemplo movió las conciencias. La ciudad de Washington en palabras de sus habitantes, fue sacudida, miles de personas llenaron lo que se llama el Mall que va del Congreso al obelisco y esperaron horas para escuchar su mensaje en español y dijo recen por mí, incluso lo que no sean católicos, pidan por mi, les dijo.



El siguiente discurso que será muy escuchado será mañana viernes en Nueva York, ante Naciones Unidas y muchos líderes que han llegado para participar en los 70 años de la ONU, esta misma tarde fue recibido por una entusiasta multitud en el Aeropuerto Kennedy. Los girtos de "Holly father" y "Viva el papa" se escuchaban por igual. 

El Fiat papal


Ha llamado mucho la atención el que el papa se mueva en un pequeño auto Fiat 500 L que cuesta unos 20 mil dólares, pero los que conocen al papa Bergoglio dicen que así es él. Siendo obispo en Argentina usaba el transporte público, al ser nombrado papa decidió no vivir en las lujosas habitaciones del Vaticano y se instaló en la Casa Santa Martha, el sitio donde los obispos que visistan el Vaticano se hospedan. Hace unos días entró a una óptica en el Vaticano a cambiar los cristales de sus lentes, “dejen el armazón, esta en buen estado”, les dijo a los empleados. Además el mismo lleva su portafolio, no uno lujoso, ostentoso, uno ya gastado negro, donde lleva sus papeles.   

Todo esto muestra al papa Francisco, tal y como es.

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