Este año el festejo patrio nos queda a mitad de semana. Este martes la fiesta en el zócalo capitalino que se multiplica en plazas públicas por toda la República se verá afectado, no es lo mismo jueves o viernes que martes. He visto llamados en redes sociales a no acudir al zócalo como una forma de protesta, pero no surtirá efecto, el exceso de seguridad auyenta a muchos. 

¿Se repetirá este año?

El fervor patrio se ve cortado por los filtros de seguridad en calles que llevan a nuestra plaza mayor, hasta los niños son registrados, no faltaba más. También los vendedores de huevos con harina y confeti son esculcados y no pueden pasar sus productos por riesgosos. Banderas pasan pero sin su mástil que puede convertirse en un arma, dicen los encargados de seguridad. Ya ni hablar de elotes, quesadillas y pambazos, imagínese el riesgo de un anafre con aceite hirviendo, ya ni hablar de las grasas, si hasta los refrescos tienen un impuesto para que la gente los consuma menos y parece que ha surtido efecto, la última cifra de ventas de refrescos muestra que crecieron 0.49 por ciento el año pasado, cuando al menos subían uno por ciento. 

El montaje
 
Ya una vez instalado en el zócalo, sí es que llega temprano, no tendrá libertad de movimiento. Justo a la mitad, donde se encuentra la bandera monumental, se ha montado el escenario que encabezará la Banda "La Acarreadora", perdón "La Arrolladora" hay barreras y controles por todas partes, menos para los contingentes de acarreados que llegarán de estados cercanos a hacer mucho ruido pero no se preocupe, estarán frente a Palacio Nacional, pero gracias a varias enormes pantallas de video podrá verlos gritar y así no perdera´detalle de la fiesta. 

Por un Boing y torta y efectivo

Este año el ahorro y el recorte de gastos son la práctica común. Si le parece que la iluminación es sobria es porque se usaron focos ahorradores de energía, los fuegos pirotécnicos sin duda estarán a la altura, a menos que también sean juegos ahorradores. 

Tultitlán presente
Los festejos fuera de México también han tendido recortes. Lejos están los tiempos en que funcionarios de nivel del gobierno encabezaban ceremonias del Grito en los Estados Unidos, hoy eso es cosa del pasado. Sólo la secretaria Rosario Robles dará el grito en Dolores, Hidalgo. En España, se realizaba una fiesta, pero eran tantos los mexicanos, más de mil que llegaban, que hace un par de años, que se optó por una ceremonia cívica y ya, sin brindis ni cena con tacos. 

Ya nada es igual.

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