Por Arturo Corona M.
Fotos voluntarios: Carolina Corona De Aragón


Miles de jóvenes voluntarios, unos siete mil para ser exactos, ensayaron durante un par de meses, sacrificaron descansos para acudir al Foro Sol a practicar pasos, escenografías, medir trajes, para un original desfile en conmemoración de los 200 años del inicio de la guerra de Independencia.















Contingentes de nopales de tres colores, simulaban un mar donde navegaba un barco de papel que recordaba al Diario de México, el primer periódico independiente que circuló en la antigua Nueva España, luego México. Seguía a esta descubierta de nopales un grupo de figuras representativas de la Revolución Mexicana a 100 años. La figuras estilizadas y de más de dos metros de alto manejadas por voluntarios, iban acompañadas por originales caballos que meneaban la cabeza y lanzaban humo por las fosas nasales.



Detrás de ellos otros miles de voluntarios más, vestidos con trajes típicos, otros con atuendos prehispánicos, unos con trajes muy alegres con los distintos aspectos del bicentenario. Todos





ellos fueron seleccionados hace siete meses, de un total de 90 mil se quedaron 7 mil que pasaron por una selección y un entrenamiento para poder hacer lo que vimos el miércoles pasado por la Avenida
Paseo de la Reforma, Juárez y el Zócalo, un desfile de 2,7 kilómetros nueve segmentos y 27 carros alegoricos. Los siete mil voluntarios no recibieron un peso por su participación, lo que los movía era el puro gusto y el saberse actores de estos eventos conmemorativos de nuestra historia.

Ver el video en YouTube: http://www.youtube.com/watch?v=Hr5XB_8pbDw


Tengo la oportunidad de conocer a varios jóvenes
que eran parte del desfile del Bicentenario,
Carolina Corona De Aragón, estudiante de Mercadotecnia y Erick De la Rosa, de Comunicación, ambos de la Universidad Anáhuac así como Enrique Morales, estudiante de Ingeniería de Animación en la Universidad Panamericana, ellos me platicaron que los ensayos eran agotadores, muchas horas invertidas, pero ellos coinciden en que valieron la pena por el gusto de ser parte de este desfile que recordaremos por mucho tiempo. Los jóvenes nos dieron un ejemplo a todos.

¿Qué celebramos?

Muchos se preguntan ¿qué festejamos? Hace 100 años Porfirio Díaz, al que cada día estoy más convencido que la historia no le ha hecho justicia, inauguraba la Columna de la Independencia , la banda de música militar, dirigida por el maestro Germán Corona, le tocaba por última vez el Himno Nacional, después vendría el exilio y los 10 años de la Revolución Mexicana. Díaz recordaba los 100 años del inicio de la Guerra de la Independencia, cuando un grupo de mexicanos se jugó todo para hacer lo que hoy conocemos como la nación mexicana. Estos dos hechos que nos marcan como país independiente, libre y soberano, Independencia y Revolución son dignos de celebrar, pero muchos confunden el desánimo que nos embarga ante la violencia, la crisis económica, la decepción ante nuestros gobernantes con una negación a los festejos.

Los errores

Los mensajes equivocados del Comité Organizador de los Festejos del Bicentenario, que primero pidió a la gente no acudir a Reforma a ver el desfile, afirmando que no había espacios, “véalo por Televisión y por Internet” decían los anuncios, pero en la tarde cuando faltaba gente hubo contraorden y se pidió a estaciones de radio invitar a la gente diciendo que todavía había lugares a lo largo de la ruta. Esto refleja los tumbos que se dio en la organización de los festejos, cuatro directores, más de 3 mil millones de pesos, la canción Shalalá, Arcos Bicentenarios que quedaron en lo que ya se conoce como “paleta Mimí”, una estructura de mármol y aluminio que será inaugurada más adelante. Un Palacio de Bellas Artes que será reinagurado hasta el 19 de octubre proximo. Los mexicanos hemos demostrado que no necesitamos de nuestros gobernantes para hacer cosas extraordinarias.



25 años de los sismos

Precisamente estamos por cumplir 25 años de los terremotos del 19 de septiembre, fecha en la que la sociedad civil se unió de manera solidaria, sin que hubiera ningún comité, comisión o político que fuera necesario. La gente salió a las calles a tratar de ayudar, a mover escombros, a llevar tortas, y agua a los voluntarios.

En resumidas cuentas, sí usted es de los que cuestiona los motivos para celebrar, ante el clima de inseguridad, la crisis económica, el desanimo y la falta de miras de nuestros políticos y partidos, pues hay que analizar qué fue lo que llevó a estos siete mil voluntarios a participar en el desfile conmemorativo, y la respuesta es simplemente el deseo de hacer algo por México.




2 comentarios :

  1. Felicidades a los voluntarios, ¡nos dieron el ejemplo a todos!

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  2. Estoy muy de acuerdo, y me uno a los optimistas. Saludos, Ligia

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