Por Arturo Corona M.


De los oficios calificados como arriesgados podemos decir que el de un obrero de plataforma petrolera es uno de ellos, un experto rescatista también se juega el pellejo al buscar víctimas de un temblor, un buzo de esos que revisan las tuberías es otro, un minero arriesga su vida cada vez que baja a las profundidades, pero un trabajo que sin duda se ha convertido en de los mas riesgosos es el de reportero. Según cifras de la organización Reporteros sin fronteras, en México han sido asesinados 62 periodistas desde el año 2000, sin contar a diez desaparecidos. Tan solo este año cinco compañeros han perdido la vida en hechos de violencia. En Reynosa un reportero fue golpeado por policías y murió en el hospital.

El narcotráfico ha llegado a las filas de los informadores que trabajan en diarios o estaciones de radio en plazas como Reynosa, Tampico, Ciudad Juárez, Tijuana, Morelia, Acapulco, Cancún. El temor a ser asesinados en cualquier momento ha originado un vacío de información que ha sido sustituida por las redes sociales como Tweeter que aunque no poco confiables, son las únicas para advertir sobre operativos militares, retenes, puntos críticos. En Tamaulipas es imposible conseguir un reporte relacionado al narcotráfico, los reporteros dicen que ellos conviven con los narcotraficantes en calles, restaurantes, centros sociales, y cualquier información que no les guste se la cobran. Los delincuentes ofrecen plata o plomo. Los que no cooperan son levantados para aparecer después torturados con el tiro de gracia.

Los levantones

Esta palabra que ni siquiera existe en los diccionarios, se ha convertida en una de uso común. Se ha llegado a extremos como el sucedido esta semana en Monterrey. Dos comandos de cincuenta hombres armados, se llevaron a tres empresarios, una empleada y dos recepcionistas de los Hoteles Misión y Holiday Inn, antes bloquearon el importante cruce de Cuauhtémoc y Colón en pleno centro de Monterrey. La autoridad dice que es una muestra de la desesperación de los delincuentes pero no sabemos hasta dónde puede llegar tal muestra de impotencia lo vemos a diario con el reguero de cadáveres por todas partes.
Sangre en Huixquilucan

Un vecino de la calles de Bosque de Catarinas, en el exclusivo fraccionamiento de La Herradura, jamás se imagino que a las puertas de su casa llegaría la violencia en toda su extensión. La tarde del miércoles fuerzas especiales del Ejército y de la Policía Federal Preventiva llegaron a catear un domicilio sospechoso y fueron recibidos con ráfagas de armas automáticas. Varios sujetos intentaron huir, tres presuntos delincuentes murieron, dos están heridos. La autoridad logó la captura de Gerardo Álvarez Vázquez, a) El indio o el Chayan, importante miembro de la organización de los Beltrán Leyva así como a catorce presuntos integrantes del cártel de los Beltrán. La autoridad informó que el indio presuntamente manejaba el tráfico de drogas en Naucalpan, Huixquilucan así como en Acapulco y se encargaba también del trasiego de droga a los Estados Unidos. El indio tiene una solicitud de extradición por el gobierno de los Estados Unidos.

La violencia vs inversiones

Carlos Pascual, el embajador de los Estados Unidos en México, felicitó a las fuerzas federales por este golpe a la organización de los Beltrán Leyva. El propio embajador Pascual había dicho poco antes que la inseguridad en México aleja las inversiones. Gerardo Ruíz Mateos el muy criticado secretario de Economía rechazó lo dicho por el embajador y en una frase inolvidable y candidata a la frase de la semana, dijo que por el contrario “el Estado de Derecho que impera garantiza la inversión”. Aunque si hablamos de metidas de pata, ni hablar de los gazapos presidenciales durante el Aniversario de la Defensa del Puerto de Veracruz, ni el desdén presidencial por las muertes colaterales del crimen organizado. Algo funciona mal en la comunicación de los Pinos.

En resumidas cuentas, Marcelo Ebrard, en uno de sus desplantes en los que minimiza los problemas de la ciudad, se refirió a los narcotraficantes y dijo que la Ciudad de México no es plaza del narcotráfico, “los delincuentes solo van de paso por la capital”, dijo ufano. Le preocupará al jefe de gobierno que la zona de Huixquilucan, Bosques de las Lomas, Tecamachalco, Coyoacán, o el Pedregal, sean lugares buscados por los capos del narcotráfico para establecer sus casas de seguridad.

1 comentarios :

  1. Te felicito por lo bien configurado de tu blog.

    Las fotos ilustran y luce mucho.

    Sigue, sigue…

    Un abrazo.

    Patricia Alvarado.

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